Falleció la señora Josefina Hurtado.

Falleció la señora Josefina Hurtado.

Así es, hasta ahora me doy la oportunidad de comentar sobre la triste noticia de que la señora Josefina Hurtado falleció a principios del presente mes. Ella tuvo la desgracia de tener un hijo ladrón, panzón, que deja hijos regados sin hacerse responsable, le puso por nombre Federico y cuarenta años después tuve yo una desdicha similiar al topármelo en el camino de la vida. 

No me atreví a poner en el título de esta entrada su nombre junto con el del cuarentón desobligado FEDERICO TAPIA HURTADO, ya que estoy segura que se avergonzaría de ello, lo sé porque siempre me dijo precisamente eso, que le daba mucha vergüenza tener un hijo así.

La señora Josefina se portó de la mejor manera conmigo, fue un placer conocerla y fue un honor que me confiara la historia de su vida, así como también me dio gusto que hablara sin tapujos sobre la clase de basura que es FEDERICO TAPIA HURTADO, ya que jamás lo disculpó ni solapó por ser su hijo, todo lo contrario. 

Yo llegué a ella y a su esposo, el señor Luis, contándoles mi historia con el demente de su hijo. Les dije que tenía un hijo del raboverde panzón y que éste se había desaparecido POR SEGUNDA VEZ, que me había dicho que era inglés, que me los había negado diciendo mil mentiras -que su papá tenía cáncer, que ambos de habían ido a vivir a "su país natal, Inglaterra", etc., que me había puesto el cuerno con una tipeja de nombre LILIA RUIZ VELASCO y que ambos se creían muy listos por salir huyendo y esconderse como las ratas que son. 

Me dijo, textual: "A..., me da mucho gusto que nos hayas encontrado. Mira, no somos la gran cosa, no somos ingleses ni nada de lo que te dijo el mentiroso de mi hijo, pero estamos felices de recibirte en la familia."  Fue algo tan hermoso de su parte, ya que si lo piensan bien, ella no tenía ninguna obligación de recibirme ni de lidiar con los problemas del cuarentón ratero y desobligado de su hijo. Ella bien pudo haberlo tomado de mala forma, o solaparlo, como lo hizo el señor LUIS RUIZ VELASCO ROSAS con su hija la piruja LILIA RUIZ VELASCO. Sin embargo no fue así, ella me recibió no una, sino muchas veces en su casa y habló conmigo de mil cosas, como también lo hizo el señor Luis Tapia y muchos integrantes de la familia del demente FEDERICO TAPIA HURTADO. 

Sobre la irresponsabilidad de su hijo me dijo muchísimas cosas, desde que estaba avergonzada de tener un hijo así hasta que ya había intentado hacerlo entrar en razón, pero que era una persona muy vulgar y que le había dicho demasiadas majaderías por "meterse en su vida".

Me dijo con lágrimas en los ojos que ella misma había pasado por una situación similar en su vida, que su padre no la había reconocido y que su mamá se había casado con otro señor, quien siempre la trató diferente a sus hermanos, que para ese señor siempre fueron "sus hijos y ella". Creo que fue este el momento más emotivo que tuve con ella, fue muy lindo que me confiara algo así. Me dijo que el panzón de Federico sabía lo que ella había sufrido y que le pidió que no fuera un delincuente como su padre (el padre biológico de la Sra. Josefina), pero que él la mandó a freír espárragos... aunque con otro tipo de lenguaje, el clásico en el panzón vulgar de FEDERICO TAPIA HURTADO. 

Ella llegó incluso a culparse por la  irresponsabilidad del panzón, diciendo que tal vez lo consintió demasiado en su niñez. Me dijo sobre su alcoholismo que los culpables eran sus amigos extranjeros, que lo habían llevado por el mal camino. Con esto estoy en desacuerdo pues sé que es un ebrio (o "hebrio" como escribe la palabra el panzón de FEDERICO TAPIA HURTADO) porque está mal de la cabeza, porque es parte de su enfermedad mental, porque cree que la vida se hizo para "pasar el rato", que no existen obligaciones ni morales ni legales para él, aunque para los demás sí y por lo tanto deben respetar sus decisiones de robar, mentir, embriagarse, manejar borracho, dejar hijos regados, inventar que es inglés, etc.

Sobre la piruja LILIA RUIZ VELASCO no me dijo nada en concreto, solamente que la había visto de lejos y que cuando ella tuvo el infarto en febrero del año pasado (2011) el demente de FEDERICO TAPIA HURTADO la dejó afuera del hospital, que ella le preguntó que por qué no la pasaba y que él le contestó que porque la había dejado "echándole un ojo a las bicis" (la tipa también usa la bicicleta como medio de transporte, no por ecologista ni por "cool", sino por chola naca. Su papá usa una moto destartalada y el muy naco aparta el estacionamiento enfrente de su casa con tambos de pintura vacíos...imagínense!). Cuando la mencionaba decía "la fulana esa", evidentemente porque quería demostrarme su apoyo moral, aunque yo siempre le dije que sobre esa piruja no hacía falta decir ni comentar nada, ya que en el pecado llevaba la penitencia, vivir con el panzón de FEDERICO TAPIA HURTADO debe ser lo más triste del mundo: vivir comiendo pellejos, leche pasada, sin comprar ropa, sintiendose miserable todo el tiempo, no,no,no. Ella supo que yo  me negué a vivir con él pero jamás me atreví a decirle por qué, preferí hablar de sus otros defectos. No podía decirle que su hijo me daba asco por lo vulgar, panzón, corriente, tacaño, la manera en la que le gustaba vivir por ahorrarse unos pesos, cómo prefería apestar antes que gastar en un desodorante, como se alimentaba de "Membersmark", etc.

Por otro lado el karma ya hizo su trabajo y esa piruja ya está panzona y me imagino que vive, como yo viví, el embarazo más angustiante del mundo, temiendo que sus hijos vayan a salir con la cara del panzón. Todo se paga en esta vida, todo.

Cuando yo conocí a la señora Josefina, ella ya estaba muy enferma, sus piernas le causaban demasiado dolor. Me contó que tenía 20 perros pero que tuvo que entregarlos a alguien más porque ella no podía ya con ellos, que ella había sido una mujer muy activa y que la entristecía estar en esas condiciones. 

Me dijo que su hijo, el panzón demente, le había dicho al salir huyendo de Guadalajara, que se iba porque "le habían ofrecido un trabajo en la Universidad de Guanajuato, en esta ciudad. Como recordarán por mis anteriores entradas, dijo diferentes versiones cuando huyó, como acostumbra, dependiendo del lugar o de la persona a quien le informó de su "mudanza". En el Vancouver Language Centre, por ejemplo, dijo el demente en su delirio que se iría a Inglaterra con "su mamacita enferma". A mí no me dijo nada, pues era de mí de quien se quería esconder, pues hacerse cargo económicamente de su hijo biológico es muy injusto, si soy yo la que lo debo mantener por siempre, pues ya no somos nada él y yo, ¿qué no? Además él tiene otros gastos, es muy costoso ir por la vida conquistando cholas granujientas para dejarlas panzonas, se gasta mucho en rampas, tacos y cerveza.   En resumen, ser un raboverde irresponsable no es nada fácil y yo sólo le complicaba la vida al pobre hombre. 

Por último, les digo de una vez que el panzón demente va a estar utilizando el fallecimiento de su madre para dar lástimas, para que le perdonen deudas, errores, faltas al trabajo, groserías, tacañerías, hasta su hediondez, TODO. Por desgracia sé que el panzón nunca amó a su madre, se dedicó a hablar mal de ella y a culparla de sus traumas, es por ello que sé que su deceso no es más que una oportunidad para que este delincuente siga haciendo de las suyas. Por favor, no se dejen estafar, no se dejen enternecer, recuerden que este demente cuarentón es un SOCIÓPATA, no es una persona que sepa de sentimientos, sólo le interesa robar, aprovecharse de la gente, estar echado todo el día y tener a una mensa al lado que le haga el favor y todo lo logra con mentiras, con robos, causando lástima, etc. No lo tomen en serio jamás porque una persona enferma como él no se puede tomar en serio. Por favor lean la entrada DIAGNOSTICO DEL ENFERMO MENTAL FEDERICO TAPIA HURTADO, para que vean la gravedad de su demencia.

Me apena mucho que cada vez haya más hijos regados en el mundo por un ratero demente que inventa ser inglés para conseguir mujeres, pero asi son las cosas. Yo sólo puedo hacer lo mejor por mi propio hijo y advertirle a las demás víctimas en potencia de la presencia de este demente en el mundo, que esperamos no sea muy larga. 

Me causa pesar saber que la señora murió deseando tantas cosas y sintiendo tanta vergüenza por la demencia de su hijo. Hubiera querido de verdad que ella lograra convencerlo de entrar al manicomio por voluntad propia. Tengo el consuelo de saber que el resto de sus hijos sí estuvieron con ella y le dejaron el orgullo de ser adultos de bien, trabajadores, con hijos que los quieren, y con una vida impecable, sin faltas, sin delitos. 

Si acaso existe vida después de la muerte, entonces tendré la oportunidad de volverle a agradecer. Sé que no la hay, pero es bueno imaginar que tendré una nueva oportunidad de decirle que fue un placer conocerla. 

Por último, les pido que lean todas y cada una de mis entradas para que conozcan la historia completa de este demente. Les recomiendo que empiecen por "CÓMO CONOCÍ AL DEMENTE PANZÓN" y continuen con "TESTIMONIOS DE LA DEMENCIA DE FEDERICO TAPIA HURTADO". 

Gracias por leerme.